RESUMEN: En el presente trabajo abordaremos en primer lugar, cómo el materialismo histórico se convierte en uno de los movimientos filosóficos más fértiles para el desarrollo de la estética. En segundo lugar, trataremos de dilucidar, a partir de la lectura que Terry Eagleton realiza en su obra la Estética como Ideología de Marx, el carácter eminentemente estético que la categoría de cuerpo adquiere en dos escritos de Karl Marx: Manuscritos. Economía y Filosofía y El 18 Brumario de Luis Bonaparte. Y por último, se tratará de demostrar que el cuerpo en el marxismo se podría entender desde una dimensión estética, a la cual llamaremos sublime, y que se vislumbra como liberadora y emancipadora en cierto rango político. La crítica a la abstracción en Marx puede ser entendida como una reivindicación de lo particular, y que funcionaría como herramienta de liberación, siempre y cuando entendamos particularidad como particularidad del cuerpo. El cuerpo pasa a ser el lugar de la liberación de las capacidades humanas pero una vez que transitó la alienación, la ruptura y la superación. Este último proceso, puede efectuarse si se considera la existencia del cuerpo como una capacidad infinita. En este sentido, el cuerpo en Marx puede llamarse sublime. En otras palabras, la dinámica de la emancipación se apoya en el carácter sublime del cuerpo, en definitiva, es esto lo que se tratará de comunicar en el presente trabajo.