En el artículo se intenta hacer un análisis del modelo económico de la década del ?90, a partir de las relaciones de fuerza entre clases sociales, tomando en cuenta las tensiones consenso/lucha y unidad/disputa interna de las clases. Analizamos la serie de medidas llevadas a cabo por el gobierno de Menem, que significaron una derrota de la clase trabajadora. Las políticas implementadas en los años 90 profundizaron una ofensiva del capital cuyo inicio se encuentra en la dictadura militar de 1976. En los años 70 se desarrolla una crisis a nivel mundial por la caída de la tasa de ganancia, que se debe al aumento de la composición orgánica del capital. La salida que el capital encuentra a la crisis es la subordinación de la producción al funcionamiento pleno de la ley del valor en el mercado mundial. Esta salida constituye un modo de acumulación que tiene como resultado la intensificación de los ritmos, el aumento de la jornada de trabajo, y la reducción del salario. En los ?90, se profundiza la integración en este modo de acumulación en proceso de mundialización. La fijación del tipo de cambio y la sobrevaluación del peso, junto a la eliminación de aranceles a la importación, abarataba la incorporación tecnológica que aumentaba la productividad del trabajo y permitía la reducción de la cantidad de trabajadores ocupados, y hacía competir a los obreros locales con los obreros de otros países - mediante la competencia comercial de las mercancías que producen. El endeudamiento externo aportaba las divisas para mantener el tipo de cambio, para realizar las compras de insumos y tecnología en el exterior, y para pagar los intereses de la deuda externa.