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Trastornos de personalidad y vulnerabilidad genética. Análisis preliminar en mujeres adultas con diagnóstico de Síndrome de Turner
Sartori, María Soledad, Lopez, Marcela Carolina, Said, Andrea y Urquijo, Sebastián.
VIII Congreso Argentino de Salud Mental. AASM - Asociación Argentina de Profesionales de Salud Mental, CABA, 2014.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pfN5/ogO
Resumen
El síndrome de Turner (ST) es un trastorno cromosómico determinado por la deleción total o parcial del cromosoma X en el sexo femenino, siendo el trastorno no heredable de mayor incidencia dentro de la población femenina (1:1900) (Murphy, Mazzocco, Gerner & Henry, 2006). Si bien es un trastorno de etiología genética, en el desarrollo post-natal no sólo intervienen factores genéticos sino también factores familiares, educacionales y sociales que resultan relevantes en su desarrollo (Mazzocco, 2006) y lo configuran como un síndrome con gran variabilidad intrapoblacional. Entre sus principales características físicas se destacan baja talla y fallo en el desarrollo puberal. La baja talla es el principal motivo de consulta y el signo más constante y distintivo. Se corresponde con un retraso en el crecimiento producto de la deleción o pérdida de material genético en el brazo corto (p) del cromosoma X. La administración en forma exógena de hormona de crecimiento, se constituye en el principal tratamiento, produciendo un aumento de la velocidad de crecimiento (Morin, Guimarey, Santucci & Apezteguia, 2000) El fallo en el desarrollo puberal es producto de la deleción de genes correspondientes al brazo largo (q) del cromosoma X. Este hecho impide el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios propios de la pubertad. La administración externa de estrógenos es el tratamiento utilizado para dicha característica, dependiendo la edad de inducción, de la talla conseguida y de la valoración psicológica de cada mujer al momento de la evaluación médica (Menke, et al., 2010). Todas estas particularidades, especialmente los problemas físicos, producen un impacto en el desarrollo psicológico y social de las mujeres con diagnóstico de ST y pueden afectar la capacidad y calidad de sus relaciones sociales (Suzigan, Paiva e Silva, Guerra-Júnior, Mariani, & Maciel-Guerra, 2011), generando dificultades en el logro de relaciones de amistad y de pareja en parte debido al déficit que presentan en la comprensión de la comunicación no verbal y al sostenimiento de una imagen negativa de sí mismas, producto de las características físicas propias del síndrome. De esta forma cada etapa de su desarrollo vital presenta diferentes desafíos que tendrán repercusiones en la consolidación de la identidad, el autoconcepto y las características de personalidad. La personalidad se define como un patrón profundamente incorporado que se expresa en rasgos cognitivos, afectivos y conductuales que persisten por largos períodos de tiempo y cuyo desarrollo está en función de una interacción compleja entre factores biológicos y ambientales (Herrero-Sánchez, 2007). Durante el desarrollo los factores genéticos imponen límites a las capacidades del individuo, determinando la proporción relativa de experiencias de éxito y fracaso que recibirá; sin embargo estas experiencias dependerán también, en gran medida, de factores ambientales, como por ejemplo los modelos sociales y las pautas de refuerzo que adopten las personas significativas del subgrupo social inmediato (Sartori, Zabaletta, Aguilar & López, 2013). De esta forma si bien las influencias genéticas parecieran ser determinantes para el desarrollo de la personalidad, los factores ambientales también cumplen un papel fundamental, debido a que definen las condiciones bajo las cuales se modela una vasta colección de habilidades, valores, actitudes e identidades; proporcionando las formas concretas en que se expresan los rasgos particulares y suministrando los indicadores a partir de los cuales ellos se infieren y se miden sus niveles de adaptación (McCrae, et al., 2000). El estudio de la influencia de los factores biológicos y ambientales sobre el desarrollo humano se inscribe dentro de los nuevos aportes del paradigma biopsicosocial, el cual busca la comprensión de los procesos psicológicos a través una visión integral que tiene en cuenta la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales en el desarrollo de las personas. Esta perspectiva, orientada hacia un abordaje interdisciplinario, se constituye en el marco más propicio para el abordaje de personas con trastornos genéticos, ya que el impacto diferencial que tienen cada uno de estos factores en el desarrollo psicosocial repercuten directamente en su calidad de vida. Al respecto el objetivo del presente trabajo fue caracterizar la personalidad de mujeres adultas con diagnóstico de ST a fin de brindar conocimiento sobre la interacción entre los factores biológicos y ambientales en el desarrollo de la personalidad.
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