Durante los últimos años, la Teoría Crítica de la sociedad ha sido blanco de distintas impugnaciones y diatribas. A los esfuerzos de Amy Allen y Stephan Lessenich, dedicados a decolonizar los fundamentos eminentemente norcéntricos de la tradición y analizar los procesos de externalización que imperan en el mundo globalizado, habría que añadir, cuando menos, un diagnóstico de su situación actual como el que es propuesto por quienes desde distintos ángulos hablan de una domesticación de características defeccionantes. Haciendo eje en problemáticas epistemológicas y políticas como las de la autonomía y la inmanencia, la normatividad y las desigualdades cognoscitivas, las violencias institucionales y las estrategias de resistencia al dominio –todas centrales para el proyecto alguna vez ideado por Max Horkheimer y sus colaboradores–, en este simposio se examinará y retomará el tipo de objeciones que han sido recientemente planteadas a los fines de considerar los interrogantes cuya respuesta situada una praxis transformadora exige. De lo que ha de tratarse, vale decir, es de justipreciar los dilemas que la contemporaneidad arroja a la peculiar modalidad de pensamiento crítico desarrollada durante un siglo entero por autores como Theodor W. Adorno, Jürgen Habermas o Axel Honneth. La intención, sin embargo, será hacer esto con un denodado espíritu interseccional, asumiendo como propias la subalternización, colonización y racialización de las que son objeto las subjetividades en crisis de las periferias capitalistas de América Latina y el Sur Global. Se buscará hacer sitio, asimismo, a los puntos de vista emancipatorio-radicales del precariado, los feminismos y el activismo medioambiental.