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Medición de la pobreza estructural en censos poblacionales de la Argentina: De las Necesidades Básicas Insatisfechas al Índice de Privación Material de los Hogares (2001- 2022)
Alvarez, Gustavo Oscar, Moreno, Martín, Fernández, Patricia, Rojo, Gimena, López, Guadalupe y Medrano, Agustina.
XVI Jornadas de Sociología de la UBA. Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, 2025.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pq6q/VaK
Resumen
El trabajo tiene como objetivo realizar un análisis reflexivo acerca de la medición de la pobreza estructural en Argentina a través del método de Necesidades Básicas Insatisfechas y la posterior incorporación del Índice de Privación Material de los Hogares (IPMH) en los censos poblacionales de 2001 y 2022, llevados a cabo por Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). La medición de la pobreza en la Argentina ha combinado históricamente dos enfoques: el de ingresos y el de las necesidades básicas insatisfechas (NBI). El primero de ellos, expresado a través de la Línea de Pobreza (LP), se define desde los ingresos (mensuales) de un hogar y permite determinar si éstos logran o no cubrir un conjunto de bienes y servicios básicos, construyéndose inicialmente la denominada “canasta normativa de satisfactores”. Todas las personas que integran un hogar adquieren el atributo de pobre-no pobre según como el mismo sea clasificado. Esta “línea de pobreza” es también un concepto normativo ya que es el valor (monetario) del conjunto de bienes y servicios que se consideran indispensables para satisfacer las necesidades básicas del hogar. El modo de establecerlas, parte de la valoración de una canasta alimentaria o conjunto de alimentos que permite satisfacer las necesidades de nutrición y energéticas considerando las pautas que fija la OMS, según sexo y edad. El primer cálculo se realizó a partir de la información que brindaba la Encuesta de Ingresos y Gastos de los hogares (ENGHO) de 1985-86, para el Conurbano bonaerense realizada por el INDEC. Esa canasta - mínima- se valoriza y actualiza de acuerdo con los precios al consumidor que releva el INDEC, y es la que marca la línea de indigencia (LI). Una vez determinada la línea de indigencia, debe establecerse el valor de los diferentes satisfactores que se refieren a otras necesidades consideradas básicas o esenciales que van más allá de las alimentarias: la canasta básica total (CBT); el monto requerido para su satisfacción, determinará la línea de pobreza (LP). Cabe aclarar que dicha línea se refiere a un “adulto equivalente” y que la “composición” de los hogares se realiza en cantidad de adultos equivalentes para establecer las “demandas” de ese hogar. En el año 1984 (a partir de una revisión del Censo 1980) se inicia el segundo cálculo donde se introduce la medición por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) . Este método consiste en establecer un conjunto de necesidades que una sociedad considera que deben ser satisfechas por los hogares (necesidades esenciales o básicas), el umbral mínimo de satisfacción y confrontar la situación de los hogares analizados respecto de ellas. Esta confrontación permite identificar de manera efectiva la satisfacción o no de la necesidad definida como básica. El método requiere desde el inicio la necesidad de definir cuáles son consideradas las necesidades básicas que deben ser satisfechas. En el caso de Argentina el enfoque incluye cinco dimensiones de análisis: hacinamiento, vivienda de tipo inconveniente, condiciones sanitarias, escolaridad y capacidad de subsistencia, considerando que un hogar con NBI es aquel que presenta una situación desfavorable en al menos uno de estos indicadores. Esta medición se mantuvo con mínimas modificaciones hasta el censo de 2022, lo que favoreció la construcción de una serie histórica de largo plazo. Los resultados muestran un proceso de reducción sostenida de la pobreza que evidencian mejoras en infraestructura, vivienda y escolarización, aunque con persistencia de un “núcleo duro” de privación. Por su parte, el Índice de Privación Material de los Hogares (IPMH) se constituyó como una alternativa al NBI, puesto que también se basa en información censal y, por tanto, carece de información sobre los ingresos monetarios de los hogares. Con todo, se introdujo una forma más inclusiva de registrar la debilidad monetaria de los hogares a través de la Capacidad Económica del Hogar -CAPECO- que suplantó a la simple relación de dependencia que se expresaba en el indicador de Capacidad de Subsistencia que contiene el NBI. Los cambios implementados con la incorporación del IPMH al Censo 2001, permitieron obtener una mirada con mayor captación sobre todo el universo de hogares dentro del territorio nacional (urbanos, periurbanos y rurales) pero también se sostuvo la medición del NBI a fin de dar continuidad a la serie histórica. Desde su concepción, el IPMH es un salto metodológico porque mantiene la lógica estructural del NBI, pero la expande hacia un enfoque multidimensional, actualizado y más sensible a la realidad actual de los hogares. A partir de esta reconstrucción, en este trabajo se realiza un análisis crítico de la medición por NBI y una reflexión sobre el impacto de la incorporación de IPMH en la medición de la pobreza estructural sostenida tanto en el Censo 2001 como en el más reciente Censo 2022.
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