A partir de la información histórica y cartográfica se pretende poder ubicar en el ejido urbano actual del barrio porteño de Flores a los primitivos cementerios desaparecidos del otrora pueblo, para esto se fueron utilizados programas de información geográfica. Esto permitirá desarrollar un plano de potencial arqueológico de los solares del actual barrio porteño, con alta probabilidad de hallazgo de restos humanos, que posibiliten el estudio bioantropológico del otrora pueblo. A lo largo de todo el Siglo XIX, desde la época colonial hasta la capitalización del partido de San José de Flores, la ubicación espacial del cementerio cambio en tres oportunidades. El primer campo santo fue inaugurado en Septiembre de 1807, este primitivo cementerio se hallaba lindante por el Este a la primera Iglesia del pueblo, según consta en la antigua cartografía, en un primer periodo fundamentalmente se enterraron en este sitio, esclavos, indigentes, ya que los vecinos del pueblo ricos preferían ser enterrados en la ciudad de Buenos Aires. Por un decreto del Gobernador el 24 de Mayo de 1830 se obligo al traslado de este campo santo a las afueras del pueblo de San José de Flores. Para Septiembre de 1832, el cementerio ya se encuentra instalado en su nueva ubicación, el mismo se ubicaba en las cercanías de las actuales calles Varela y Culpina. Para 1870, dado el acelerado crecimiento del pueblo se requiere de un nuevo cementerio, este quedara finalmente inaugurado en 1872 en las tierras frente a las barrancas de los bañados de Flores.