El cuidado del ambiente es crucial a nivel global, y todos, desde naciones hasta individuos, están tomando medidas para combatir el cambio climático. Esto incluye la adopción de sistemas como el Sistema de Gestión Ambiental (SGA). Dentro de la contabilidad y responsabilidad social, la Auditoría Ambiental verifica y mejora estos sistemas, promoviendo buenas prácticas y contribuyendo a la sostenibilidad. Por definición, la Auditoría Ambiental constituye una revisión analítica, evaluativa y sistemática de la gestión que lleva a cabo una organización para minimizar o eliminar el impacto ambiental que causa su operación. Además, proporciona herramientas útiles para identificar riesgos, demuestra el compromiso ambiental de la organización y fomenta buenas prácticas, a su vez, genera diversos beneficios: evitar sanciones, identificar oportunidades de mejora, fomentar la cultura de protección del medio ambiente, mejorar la reputación de la marca y reducir costos ambientales y, por ende, los costos generales de la empresa. A nivel nacional, la SIGEN ha dictado una Guía detallando el proceso que conlleva la realización de una Auditoría Ambiental. De esta manera, se respetan los procesos esenciales de una Auditoria Contable o Financiera. Para concluir, en la configuración del mundo actual, mayor es el interés de las empresas por medir y reducir su huella ambiental, la auditoría constituye el medio para determinar el correcto funcionamiento del sistema de gestión ambiental, y su aplicación permite avanzar hacia la responsabilidad social y la sostenibilidad económica.