En la segunda mitad del siglo XVIII, en un contexto rivalidad creciente entre Imperios, la importancia asignada por los Borbones a los espacios de frontera se manifestó en diversas políticas defensivas y ofensivas. Una de estas políticas fue la consolidación de las misiones religiosas, continuando una política colonizadora previa. En este sentido, las Misiones de Moxos fueron necesarias, desde su fundación, para establecer un dominio efectivo del territorio frente al avance de la Corona de Portugal, que representaba la mayor amenaza a la estabilidad territorial de la región. Esta importancia estratégica resultó en un apoyo constante de la Corona española y justificaría, junto con otros factores, su mantenimiento tras el extrañamiento de los jesuitas. La política segregacionista de la Compañía impidió el contacto entre las poblaciones indígenas de las Misiones y los europeos, tanto españoles como portugueses, considerados una influencia perniciosa para los neófitos. Los funcionarios reformistas intentaron continuar con esta política, empleando distintos dispositivos para ordenar este espacio de frontera y restringiendo el contacto entre los vasallos españoles y los portugueses. A pesar de estas medidas, se trató de un territorio permeable, caracterizado por la circulación de bienes y personas, repercutiendo en las relaciones diplomáticas entre ambas Coronas. El contrabando fue una práctica generalizada que beneficiaba económicamente a los curas, responsables de la administración de los pueblos, asegurando a su vez la subsistencia de los soldados de los fortines portugueses, a través del envío de ganado, azúcar, cacao y otros productos de las Misiones. De esta manera, el tráfico ilícito fue el mecanismo que garantizó la continuidad de la ocupación lusitana en esta frontera. Curas, comerciantes, milicianos, desertores e indígenas misioneros, traspasaban, ocasional o definitivamente, los límites fronterizos. En este trabajo buscaremos identificar las relaciones de compromiso, confrontación y dependencia desarrolladas entre los actores que habitaron este espacio. Particularmente, indagaremos sobre la huida de misioneros indígenas a territorio portugués, como reacción ante los rigores de la vida en los pueblos, así como las posibilidades y limitaciones del refugio en territorio lusitano. Finalmente, examinaremos la articulación de los vínculos locales con las políticas imperiales de España y Portugal. Palabras clave: Misiones de Moxos – Reformismo Borbónico – Dinámicas de frontera