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STEM y Educación por competencias…¿Son enfoques que atienden a nuestra realidad educativa?
Gustavo Bender - UTN.
Alejandra Defago - UBA.
1º Congreso Internacional de Ciencias Humanas - Humanidades entre pasado y futuro. Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín, Gral. San Martín, 2019.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/eRUe/ApP
Resumen
El informe Rocard (2006) advertía acerca de una preocupación de los países desarrollados: no hay suficientes vocaciones científico-tecnológicas entre el alumnado, y el problema se acrecienta en relación al género y el origen socio-económico. Este es un fenómeno que puede tener en un futuro un gran impacto económico está teniendo ya en el presente efectos muy negativos en la equidad y en la amplitud del espectro tecnológico. De allí surge la necesidad de un empuje desde el espacio educativo, y desde entonces, el término STEM aparece con un doble objetivo: desarrollar vocaciones científico-tecnológicas en un número creciente de estudiantes y por otro lado una educación para una ciudadanía competente científica y tecnológicamente. Desde su creación se ha elegido por identificar STEM con la interdisciplinariedad, con la resolución de problemas, y demás estrategias olvidando que la didáctica ya tenía términos para ellas. Couso (2017) afirma que, en su concreción en la práctica, el término STEM parece actuar como un paraguas poco selectivo en el que también se cobijan las llamadas “soft skills” o habilidades prácticas vinculadas a la autonomía, como el trabajo en equipo, la creatividad o el pensamiento computacional. Doménech-Casal (2018) va más allá y dice que la causa de que sea tan difícil dotar de significado pedagógico el término STEM es que en realidad no lo tiene: STEM es un término que representa un objetivo político, no un enfoque pedagógico o didáctico y que sería más adecuado reemplazar la idea de enfoque STEM por la espacios STEM en los que se desarrollen los objetivos STEM referentes al desarrollo de competencias científicas y tecnológicas, algo en que, efectivamente, desde la didáctica se pueden hacer aportaciones. Aparece entonces en escena la noción de ciudadano científicamente competente, es decir la idea de que las competencias apareen como paradigma de STEM y algunas resultan en inevitables • ¿Qué significa ser científica y tecnológicamente competente? • ¿Puede traducirse la enseñanza de las ciencias a sus logros en términos de competencias? • ¿Todo lo esperable que se aprenda acerca de las ciencias…son competencias? ¿Es, por ejemplo, la ética profesional una competencia de actuación? • En caso de poder alcanzarse … ¿Las competencias resuelven el problema motivacional de STEM • ¿El problema STEM (surgido de los ‘países centrales) es una orientación o enfoque adecuado para la enseñanza de las ciencias en el contexto de nuestro país y de los países emergentes? Proponemos entonces hacer una doble discusión que, por un lado, contextualice críticamente la noción de competencias dentro de la enseñanza de las ciencias y por otro lado abrir el debate para analizar qué postura debería adoptarse frente a este enfoque de política educativa desde nuestros países.
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