El objetivo de esta ponencia es analizar los castigos corporales que reciben los miembros de una encomienda indígena por el acceso a la justicia. Se estudiarán los grupos malfines y andalgalás asentados en el Pueblo de indios de Guaco, La Rioja, a fines del siglo XVII. Estos ‘ejercicios coercitivos’ se van a relevar en un contexto particular y desde fuentes específicas: entre 1674 a 1690 se desarrolla un juicio por las tierras donde estaban asentados. En él, participan activamente las autoridades indígenas de la encomienda, acompañados por los indios del común. Las fuentes de este trabajo son cinco expedientes judiciales inéditos junto a la visita del oidor Lujan de Vargas a las encomiendas de La Rioja y Catamarca (1992-1993). Esta documentación presenta distintas situaciones donde la violencia física es utilizada como represalia, siendo llamativo que en una disputa por tierras se castiguen los cuerpos. Siguiendo las tendencias ya estudiadas para la Gobernación del Tucumán, este trabajo muestra que el accionar punitivo no estaba respaldado por un tribunal o por un cuerpo de leyes o normativas, sino que respondía al ejercicio de poder arbitrario que implementaban los encomenderos -e incluso caciques aliados- sobre la población indígena.