En el presente trabajo, examino los relatos orales de hombres y mujeres que entablan una demanda contra el Estado Argentino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante Corte IDH). Las herramientas conceptuales para el estudio de estas narrativas naturales, no elicitadas, provienen de la Narratología no literaria (De Fina y Georgakopoulou, 2015; Schiffrin, et. al., 2010), particularmente, de la perspectiva fundada en la narrativa como una práctica social (De Fina y Georgakopoulou, 2008). El corpus de estudio está conformado por cuatro relatos largos (Riessman, 1997) producidos durante las declaraciones testimoniales de las presuntas víctimas en audiencias públicas ante la Corte IDH entre los años 2011 y 2013. Un antecedente destacable en esta línea de investigación se encuentra en el estudio de Carranza (2016) sobre la causalidad y el lugar en la práctica narrativa interaccional en un contexto institucional judicial. Otros antecedentes afines se desprenden de los estudios situados sobre las narrativas en la interacción cara a cara, entre ellos, Carranza (2015), Harris (2005), Van de Mieroop, et.al. (2015). Teniendo en cuenta los requerimientos particulares que emanan del contexto de producción, en este estudio hago foco en la relación entre temporalidad y causalidad en los relatos de las presuntas víctimas. Asimismo, indago acerca de la evaluación en el relato y sus efectos en la representación de violaciones a los derechos humanos y en la caracterización de víctimas y víctimarios. Este estudio revela cómo las presuntas víctimas representan una violencia institucional difusa, que, generalmente, no se atribuye a un sujeto en particular, y que afecta la vida de los protagonistas y de su grupo familiar. Además, pone de manifiesto el modo en que los relatos orales en la interacción cara a cara ante la Corte IDH construyen posiciones de sujeto para los ciudadanos argentinos y para los funcionarios del estado y proyectan relaciones de poder. Las conclusiones dan cuenta de cómo la producción de relatos de violaciones a los derechos humanos ante la Corte IDH funciona una forma de resistencia, de reclamo social y de lucha contra la impunidad.