El propósito de este trabajo es analizar el proceso de apropiación de las fuentes clásicas y modernas que el humanista Pedro Mexía realiza para la construcción de diversas figuras monstruosas en su miscelánea renacentista: "Silva de varia lección" (1540); en especial profundizando en su breve biografía del "monstruo" Mahoma. El cronista del emperador Carlos V, Pedro Mexía, refrenda el valor del peso de las autoridades, Plinio el Viejo será la fuente más citada en su texto. La exuberante cultura de un imperio en expansión parece requerir del soporte de páginas como las de Plinio y Mexía. Más allá de esta coincidencia ideológica-programática, pretendo también historizar el desplazamiento y reapropiación textual de las formas clásicas de lo monstruoso. Evidenciar, por un lado, la continuidad de la visión clásica respecto a la hibridez de las razas monstruosas, los seres compuestos, la mezcla de géneros y lo maravilloso; lo que parece exceder los parámetros de la naturaleza. Por otra parte señalar la diferencia, es decir una crítica escéptica a las concepciones clásicas revelando una tensión propia del Renacimiento entre tradición grecolatina y cultura católica. Esa distancia también se evidenciará con una racionalización de lo monstruoso en clave astrológica; Mexía era un sabio humanista, funcionario real y ferviente católico; pero también un esotérico practicante. Por otra parte me detendré con más detalle en “el mayor monstruo y plaga que a él ha venido (al mundo), que fue el falso profeta Mahoma.” Mexía nos presentará una imagen del Profeta que se nutre de la artillería ideológica que la tradición cristiana pacientemente construyó acerca del Islam. Esta tradición crítica también proviene de un fondo clásico: desde los Persas de Esquilo pasando por las construcciones de una otredad amenazante en Heródoto. Luego se sumarán las estereotipadas y fantasiosas acusaciones contra los perseguidos cristianos y luego contra los herejes por el propio poder cristiano. Retomando estos antecedentes surgirán las primeras polémicas en contra del Profeta del Islam en el siglo VIII que se condensarán, finalmente, en una tradición en el siglo XIII. Mahoma tendrá en las páginas de Mexía su figura contrapuesta en el emperador Carlos V, una vida paralela (Plutarco es otro de los autores más citados en nuestra fuente) que busca evidenciar el carácter providencial del monarca español. Esta construcción "estratégica", que es deudora de representaciones estereotipadas ya centenarias, Mexía la refrendará con toda una serie de historiadores y humanistas renacentistas, evidenciando la tensión entre las diversas autoridades clásicas y modernas.