El día 3 de noviembre de 1847 fue publicado en el periódico El Comercio del Perú un aviso de fuga de un “cholito”. Dicho aviso relata cómo un niño indígena llamado Juan Guaman, con sólo diez años de edad, escapó de la casa de sus patrones ubicada en Lima, la capital. Para reconocerlo, el aviso incluye información tan precisa como la “gran mancha” que Juan tiene en la parte derecha de su cara. Once años después, el 4 de febrero de 1858, aparece otro aviso en el mismo periódico, que trata de un “cholito” llamado Rafael o Rafaco, recién llegado de la sierra. Con sólo tres años y sin poder hablar español, logró escapar de la casa de sus patrones. Al año siguiente, el 19 de enero de 1859, se presenta en El Comercio otro aviso en el que una cholita llamada Gabriela de doce años de edad fugó de la casa de sus patrones, robándose una sortija de brillantes. Con la llegada de la Independencia del Perú, José de San Martín declaró la libertad de vientres (1821), en el que consistió en otorgarles la libertad a los hijos de esclavas nacidos en el territorio peruano. Sin embargo, a pesar de ello, la esclavitud seguía practicándose entre los sectores más acomodados de la Lima republicana. Luego, con el arribo de Simón Bolívar en el poder, se afianzó la idea de cancelar las promesas republicanas hacia los grupos indígenas y negros. Por el contrario, con Bolívar se restableció el tributo indígena ahora llamado “contribución indígena” y reapareció la mita indígena disfrazada como “servicio a la república”. Si en el periodo colonial, los esclavos que venían de diversas partes del mundo eran cotizados y explotados a largas horas de trabajos forzosos, en el siglo XIX apareció otro grupo que podía ser utilizado como mano de obra barata o incluso gratuita: los cholitos. Respecto a este grupo, es a lo que se referirá la presente ponencia. Los denominados cholitos fueron los niños indígenas, que durante el siglo XIX eran cotizados y obligados a trabajar en el sector doméstico. Esto conllevó a que se produjera una red de tráfico infantil indígena, que fue promovido por los sectores más acomodados de la Lima republicana: los militares y la élite terrateniente. Este primer grupo, se trasladaba a los sectores alto andinos con el objetivo de secuestrar a los cholitos de sus familias, para posteriormente entregarlos a sus nuevos dueños. La nueva vida de este particular grupo traía una serie de abusos recurrentes. Algunos eran cruelmente golpeados, otros eran quemados en el pecho, cara y manos. A causa de esto y de muchas otras razones, los niños indígenas aprovechaban la oportunidad de fugarse de sus nuevos hogares. En ciertos avisos, como el de Gabriela, algunos cholitos conseguían llevarse consigo varios objetos de valor. Nos preguntamos: ¿Por qué los cholitos pasaron de ser dominados a resistentes? Para dichos efectos se trabajará complejizando el término dominación enfocándolo como la apropiación de parte de una autoridad hacia un grupo subordinado que carece de derechos políticos y civiles. Del mismo modo, buscaremos definir el término resistencia que se da dentro del espacio en el cual se desenvolvían los cholitos. Se comprenderá como un mecanismo de respuesta de los grupos dominados que carecen de derechos políticos y civiles, dicha forma de resistencia según James Scott (2003) es disfrazada y silenciosa . Dentro de este ámbito, las fugas de los cholitos son consideradas como una forma de resistencia, debido a que los menores indígenas se escapaban de manera sigilosa sin ser vistos por las personas que habitaban en sus espacios. De esta manera, ambos conceptos van unidos, por lo que una es consecuencia de la otra, vale decir, a través de la dominación recibida hacia los cholitos se pasa a una resistencia en lo que da como respuesta la fuga. Por lo tanto, el objetivo es determinar las prácticas de dominación y de resistencia, por parte de dos actores involucrados: los cholitos y la élite limeña. La presente investigación se ubica principalmente en el campo de la historia de la infancia y de la historia social del siglo XIX en Perú. El periodo a estudiar en este trabajo son entre los años 1843 y 1864, pues son los años en donde se publicaron los avisos de fugas en El Comercio. De esta manera, nuestra fuente de estudio, los avisos de fugas, no solo se podrá extraer información relevante sobre dichos avisos, sino que además servirá para imaginar cómo era la vida que llevaba el cholito extraviado. Adicionalmente contamos con otras fuentes primarias como: fotografías de la época en donde aparecen los cholitos, los censos civiles de Lima en el siglo XIX, escritos de viajeros, literatura de la época, entre otros. El uso de estas fuentes es determinante para comprender lo importante que fue para la élite limeña el poseer servidumbre infantil indígena durante la Lima republicana. A su vez, se pretende indicar el rol que tuvo la élite limeña y el Estado peruano frente al tráfico infantil indígena y la servidumbre doméstica. Respecto a la bibliografía esta es abundante y se encuentra enfocada en diferentes ejes temáticos. En primer lugar, estudios sobre la esclavitud y la servidumbre indígena en América Latina siglo XIX. En segundo lugar, trabajos enfocados a la servidumbre infantil indígena en América Latina siglo XIX, en donde están los casos: Argentina, Bolivia, Chile y Perú. El principal aporte consiste en revelar el conflicto que surge entre dos polos en tensión: los intereses económicos y políticos de una élite dominante, necesitada de mano de obra barata y los anhelos de libertad y dignidad de un sector de la población limeña oprimida y desplazada a los puestos más bajos de la sociedad, que descubre y encuentra una respuesta de rebelión y resistencia, que no fue ajena a una experiencia que replicó en otras naciones de América Latina, herencia de un esquema de dominación que se desarrolló en siglos anteriores como consecuencia de la colonización hispana.