Juan María Gutiérrez (1809-1878) es considerado el primer crítico literario argentino. Conocido también como el ?biógrafo de la cultura patria?, fue el primero en hacer una recolección de documentos sobre la historia y la cultura del Río de la Plata. Junto con Marcos Sastre y Juan B. Alberdi, fundó en 1837 el Salón Literario. De esta manera, inspirados por Esteban Echeverría y las ideas románticas traídas desde Europa, formaron la primera generación literaria argentina con gran repercusión en el resto de América Latina. Un tema intensamente desarrollado en el ideario de la asociación fue la búsqueda de expresión propia en el arte y sobre todo, en el lenguaje y en la literatura. Éste era un aspecto muy presente en los formadores de las nuevas naciones sudamericanas. Sin embargo, en el caso de la generación argentina, la nota característica fue su relación conflictiva con el legado cultural de la metrópoli. Por un lado, algunos de sus miembros rechazaban la mayoría de las obras e ideas españolas y por otro, admiraban a algunos representantes del movimiento de la Joven España, entre ellos, Larra y Espronceda. Gutiérrez encarnó estas dos actitudes: fue el primero en valorar la producción literaria colonial como parte del corpus argentino, dando importancia a la herencia hispánica, pero también denegó el nombramiento de la Real Academia Española como ?académico correspondiente extranjero?. El objetivo de este trabajo es analizar la recepción de la literatura y cultura españolas en su obra, sobre todo en sus dos narraciones conocidas: la novela El capitán de patricios y el cuadro de costumbres El hombre hormiga. Estas lecturas permitirán conocer el punto de vista de Gutiérrez, muchas veces enfrentado al de sus congéneres, y sus ideas sobre la impronta de lo hispánico en la historia cultural argentina.