Durante el primer cuatrimestre del 2023 tuve la oportunidad de dictar clases en Secundaria de Adultos de Florencio Varela y en el Taller de LEA de la Universidad Nacional de Moreno simultáneamente. En este último pude ver los numerosos desafíos que enfrentan nuestros estudiantes a la hora de terminar la escuela y comenzar la Universidad, entre ellos el de la lectura y la escritura, ya que las dificultades para producir e interpretar textos se convertían en un obstáculo capaz de acabar con años de trayectoria educativa, ilusiones y oportunidades, sobre todo en estudiantes que habían finalizado la secundaria en FiNES y CENS. Esto me llevó a buscar nuevos métodos y revisar o modificar contenidos del diseño curricular de Prácticas del Lenguaje con el fin de brindar una mejor preparación a estudiantes jóvenes, adultos y adultos mayores que luego desearan seguir una carrera universitaria. El plan de trabajo consistió, primero, en motivar la escritura a través del relato de crónicas, anécdotas y cuentos, para luego brindar herramientas de gramática a través de la corrección grupal y la autorreflexión. Después, pasamos al análisis de textos brevísimos, con el fin de abordar la lectocomprensión. Fueron aquí fundamentales los microrrelatos, por su laconismo intenso y sus múltiples interpretaciones que nos permitieron ver algunas cuestiones fundamentales de semántica. A su vez, analizamos frases de intelectuales y filósofos, con el fin de aproximarnos poco a poco a un registro más formal. Por último, practicamos la escritura académica a partir de la reformulación, la argumentación, la cita y la comparación de autores. Este programa, que dialogó a la vez con el diseño curricular y con los contenidos académicos, permitió, fundamentalmente, quebrar las autolimitaciones que tanto obstruyen y boicotean las trayectorias de jóvenes y adultos y que son, en definitiva, el enemigo a vencer en todos los niveles.