A 10 años de la masiva movilización Ni una menos, es evidente que la agenda de género impulsada por los movimientos feministas a nivel societal logra permear en los últimos años como una variable de análisis en las organizaciones. Organismos internacionales y nacionales, marcos normativos de diferente orden, objetivos, principios y movimientos propiciaron las condiciones para instalar en la agenda pública la cuestión de género ya no como un problema social sino como una situación socialmente problematizada (Suárez, 1989; Oszlak y O'Donnell, 1995). De modo que, tal como se reconoce que la sociedad no puede atender todas las necesidades y demandas sino solo aquellas que un grupo considera que debe ser atendida se observa con diferentes niveles de intensidad, problematización e institucionalización la emergencia de la cuestión de género en los diferentes tipos organizacionales. Así, desde un abordaje descriptivo este trabajo, parte de información secundaria y documentación de las organizaciones para realizar un repaso reflexivo y no taxativo sobre los dinamizadores de esa agenda tanto en las empresas públicas como del sector privado. En clave comparativa se describen algunos de los medios que dinamizan la incorporación de la problemática de género estableciendo una distinción entre las argumentaciones que sostienen su incorporación en las organizaciones públicas y las que la sostienen en las privadas con diferentes grados de legitimidad e institucionalización así como de acciones concretas