Hace unos años, decirse feminista hacía fruncir el ceño a quien escuchaba esta declaración.Y decirse ?economista feminista? hacía abrir grandes los ojos, como si tal cosa fuera una imposibilidad. Ya no. En medio de la marea feminista, la economía feminista genera curiosidad y aceptación, en particular entre las y los estudiantes de economía, que leen, preguntan y asisten a los cursos de grado y posgrado que hoy se dictan en varias universidades de nuestro país. Algunos temas que la economía feminista viene desarrollando han entrado en la agenda pública, como el cuidado, y el movimiento feminista incorpora con claridad consignas específicas vinculadas con los derechos económicos de las mujeres, visibilizando y denunciando las inequidades de género en el funcionamiento del sistema económico.Pero la economía feminista no es nueva: lleva 25 años desarrollándose como subdisciplina en el exterior, y más de una década en nuestropaís. El Grupo de Estudios de Economía y Género de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario ha sido pionero en este sentido, desde los primeros cursos sobre presupuestos de género y economía feminista en 2007, pasando por el levantamiento de la Encuesta sobre Uso del Tiempo de la Ciudad de Rosario en 2010 y, más recientemente, produciendo y analizando medidas de pobreza de ingreso y tiempo para la ciudad.Este libro da cuenta de estos aportes de manera sencilla, enmarcándolos en los debates más amplios de la economía feminista. Ojalá satisfaga la curiosidad de sus lectores, y genere nuevas preguntas, nuevas lecturas, nuevos avances. Y contribuya a que más economistas, tanto mujeres como varones, sean economistasfeministas.