En el transcurso del estado de naturaleza a la sociedad civil, el artículo contrapone el carácter contingente y voluntario del contrato hobbesiano y la necesidad que implica el proceso de constución de lo social que determina el pacto rousseauniano, convergiendo para la antinomia de la relación envolviendo libertad y autoridad que si de acuerdo con la perspectiva de Hobbes demanda la renuncia de los derechos ilimitados de los sujetos en función de la soberanía estatal y acarrea la instución del soberano como representante, poseedor de todo el poder colectivo y única fuente de la ley, según la lectura de Rousseau requiere la "alienación verdadera" de los individuos frente a la soberanía popular y resulta en la constución del pueblo soberano, única fuente legítima del poder y su único tenedor, y en la instución de la voluntad general como condición para su ejercicio.