La evaluación en la enseñanza universitaria es un campo complejo y no exento de conflictividad. Especialmente porque de manera muy frecuente, aparece fuertemente asociada a la acreditación. En esta comunicación se pretende presentar algunas reflexiones en torno al modo en que la evaluación se ha constituido como un dispositivo externo a los procesos de enseñar y aprender, con una centralidad que emerge del otorgamiento de las calificaciones. Se situará dicho proceso en perspectiva socio-histórica y en relación con el proceso de escolarización que ha sufrido la universidad. Cuando en la universidad se habla de evaluar y calificar, pareciera que dichos procesos constituyeran parte de la “naturaleza” misma de acto de enseñar. Desde esta ponencia se busca “desnaturalizar” esa vinculación, entendiendo que tanto la evaluación como la calificación son prácticas sociales que no están dadas, sino construidas desde lo singular, lo social, lo histórico y lo político.