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Alfabetización académica: Un cambio necesario, algunas alternativas posibles
Carlino, Paula.
Educere, Revista Venezolana de Educación, vol. 6, núm. 20, 2003, pp. 409-420.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/p1s1/ZB8
Resumen
RESUMEN EXTENSO El objetivo de este trabajo es plantear los cambios institucionales y curriculares necesarios para hacer frente a la reiterada queja de los profesores sobre las dificultades de lectura y escritura de los universitarios. En una primera parte, analizo que no se trata de diseñar soluciones remediales sino de entender qué es lo que está en juego cuando se lee y se escribe en la educación superior. Existen dos creencias generalizadas que llevan a responsabilizar al nivel educativo previo por los problemas constatados en los universitarios. Estos presupuestos también justifican la tendencia de nuestras universidades a no hacerse cargo de cómo comprenden y producen los escritos sus alumnos. Se parte de la falsa suposición de que interpretar y elaborar textos es una habilidad básica y general, que necesita haberse aprendido en niveles educativos anteriores, con independencia de todo contenido disciplinar. También, se piensa que la escritura es sólo un medio de registro o comunicación del saber, desconociendo así el potencial epistémico de la composición escrita. Sin embargo, tales suposiciones son cuestionadas por los estudios en alfabetización académica. Éstos señalan que la lectura y escritura no son técnicas aislables y autónomas de una disciplina sino prácticas discursivas propias de cada campo del conocimiento. Los desafíos que plantea el lenguaje escrito en la universidad no son similares a los de otros niveles educativos, ya que forman parte de una particular cultura académica. Por ello, exigen continuar aprendiendo y enseñando a leer y a escribir. Además, existen investigaciones que señalan las condiciones en que producir un texto sirve simultáneamente para elaborar las ideas en él desplegadas. En contraposición, las universidades argentinas tienden a no ofrecer el contexto necesario en el cual los alumnos puedan escribir para aprender. Si nuestras casas de altos estudios promovieran la redacción académica como una herramienta para desarrollar el conocimiento (y no sólo para evaluarlo), aprovecharían el poder cognitivo de la escritura. Es decir, los problemas para analizar y elaborar textos académicos no pueden ser considerados sólo como incompetencias (de los alumnos o de los niveles educativos previos) sino que han de ser reconocidos como intrínsecos a los estudios universitarios. Para comenzar a abordar estos obstáculos, es preciso reanalizar qué estamos omitiendo enseñar en nuestra formación superior. Las alternativas para enfrentarlos deben plantearse en una nueva agenda política y curricular. En la segunda parte de mi trabajo, presento los resultados de una investigación sobre 90 universidades angloparlantes, que han llevado a cabo reformas institucionales logrando implementar diversos sistemas para afrontar retos similares. Además de talleres introductorios, estas instituciones han creado programas que entrelazan la enseñanza de la alfabetización académica con las diversas asignaturas ofrecidas por sus departamentos; reseñaré el sistema de Tutores de Escritura, el de Compañeros de Escritura en las Materias y el de Materias de Escritura Intensiva. El valor de estos modelos no es el de ser simples alternativas probadas para ocuparse de la cultura escrita en el nivel superior sino el de aportar una perspectiva, no divulgada entre nosotros, que nos permite iluminar con otras premisas lo que estamos acostumbrados a dejar de ver.Publicado en la VERSIÓN IMPRESA de la revista, disponible también en Internet en: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/19736/1/articulo7.pdf
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