La salud mental ha tomado un importante lugar en el debate público. La evidencia demuestra un aumento considerable en la prevalencia de psicopatologías, así como limitados recursos y políticas públicas no eficientes, sumando una ausencia de conocimiento científico respecto a la naturaleza y determinantes de problemas de salud mental aún más aquellos de índole social. Por ello, se fundamenta la interrogante ¿Cuáles son los factores sociales que pueden propiciar el origen y desarrollo de una patología de salud mental en el desarrollo adolescente? Se utiliza en la investigación una metodología cualitativa con un tipo de estudio de casos. La muestra se obtuvo desde aplicación del Screening SDQ comparativamente a 86 adolescentes de escuelas públicas/privadas, realizando posteriormente entrevistas semiestructuradas y, en último lugar aplicando un juego terapéutico, utilizando un análisis en progreso para la información. En cuanto a los factores familiares se encontraron: atmósferas familiares hostiles e inestables, perturbaciones en el sistema conyugal, familias multiestresadas, antecedentes de abandono, separación y fallecimiento/enfermedad de figuras significativas. En cuanto a los factores de entorno-comunitario: entornos con presencia de focos delictuales, consumo problemático de drogas/alcohol. Respecto a los factores de género: casos de VIF como víctima/testigo, víctima de bullying/ciberbullying y presencia de contextos familiares tradicionalistas y opresivos. La salud mental en la población investigada sería transversal a comparativos de esferas económicas público-privado y a la presencia/nopresencia sintomatológica. De modo que, los factores familiares y de género pudiesen asociarse a sintomatologías internalizantes como trastornos depresivo-conductuales y, los factores entorno-comunitario pudiesen vincularse a síntomas externalizantes como trastornos de consumo de sustancias, signos de ideación/intento suicida. Así mismo, estos factores mencionados responderían a los nuevos patrones de comportamiento, a la estructura del sistema y esta nueva sociedad hiperconectada, que en épocas posmodernas, propician conflictos a nivel sistémico-interaccional influyentes y determinantes en la salud mental del propio desarrollo adolescente.