La enseñanza de lo territorial en el marco de las prácticas académicas es, tal vez, una de las cuestiones centrales del proceso de formación en la carrera de Trabajo Social (FCS, UNC), a tal punto que se inicia en primer año y se continúa y profundiza en el resto de los años de la formación disciplinar. Desde marzo del 2020, la pandemia de COVID-19 ha transformado la vida cotidiana de las personas, los territorios y los procesos de formación en la educación superior, poniendo en tensión las prácticas docentes desarrolladas hasta el momento, pero también ha significado una oportunidad para generar y fortalecer nuevas propuestas de enseñanza sobre lo territorial, en algunos casos mediadas por el uso de las tecnologías. En esta oportunidad, nos proponemos reflexionar sobre una experiencia pedagógica desarrollada en una asignatura de primer año de la Licenciatura en Trabajo Social (FCS-UNC), con la intención de analizar sus potencialidades y limitaciones en este nuevo escenario. Se trata de una propuesta en la que las/os estudiantes participan de diversos espacios de encuentro, diálogo y de construcción de conocimientos sobre lo social, transformando el territorio en aula y el aula en territorio, en el fluir de debates, preocupaciones y búsquedas que atraviesan la trayectoria educativa. En el primer año de la carrera de Trabajo Social, se desarrolla una práctica de indagación, caracterizada -en nuestra propuesta de la asignatura- orientada a conocer las expresiones de la cuestión social en los territorios, y los modos de resolución, con objetivos pedagógicos diferenciados de la práctica profesional. Los vínculos entre territorios y prácticas formativas son fundamentales, debido a que allí se transita por experiencias y aprendizajes que dejan huellas y nuevas miradas tanto para las/os estudiantes, como para docentes, referentes de organizaciones e instituciones de los territorios.