En marzo de 2020 la vida cotidiana y con ello nuestras prácticas docentes quedan interrumpidas ante las medidas de aislamiento y distanciamiento social. Tras la declaración de la pandemia por la OMS, las diferentes gestiones de gobierno buscaban con ello frenar la circulación del virus SARs CoV2. En el nivel de educación superior, la continuidad de las prácticas de enseñanza y de aprendizajes, se fueron reorientando hacia procesos altamente mediatizados. Tal es así, que los ciclos lectivos 2020 y 2021 se caracterizan por: hibridaciones, adecuaciones, excepcionalidades pedagógicas, videollamadas, migraciones, etc. En ese marco y comprendiendo que ello transcurre en un contexto situado, el relato para este congreso y jornadas, se focaliza en lo ocurrido en un espacio curricular de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Villa María. En dicha institución educativa se implementó la continuidad pedagógica en abril de 2020, luego de algunas semanas de impasse. Desde 2013 y como profesor responsable de Problemáticas Sociológicas Contemporáneas transité el camino de la semi presencialidad. Allí la estrategia y secuencia didáctica, se articularon mediante una combinación de instancias presenciales (clases teóricas, prácticas y consulta), con actividades y recursos disponibles en el aula virtual de la plataforma de gestión de aprendizajes Moodle. Lo que será objeto de análisis en la presente intervención se vincula tanto con el uso como con la apropiación de las TIC, comparando ambos momentos. Dicho análisis, está inmerso en una reflexión más amplia sobre procesos de comunicación y de educación mediados por tecnologías, dentro del Programa de Investigación: Circulación del conocimiento, comunicación y educación en la cultura digital (II UNVM- Grasso - Pagola 2020-2022). Para hacerlo, me oriento en marcos interpretativos sustentados en teorías constructivistas y críticas sobre la tecnología, que destacan procesos complejos de instrumentalización social (Grasso y Zanotti, 2014).