El proyecto de Investigación que enmarca este trabajo: “Trayectorias juveniles y desigualdades socio-educativas. Un estudio en el sureste de la ciudad de Río Cuarto”; fue pensado previo a la actual crisis sanitaria, sostenerlo y llevarlo adelante implica todo un desafío. El abordaje de las trayectorias socio-educativas en clave de desigualdad nos coloca, por un lado, en miras a las intervenciones del Estado y a las políticas sociales ya que ellas significan, afectan, moldean las condiciones de reproducción y producción de la vida cotidiana de la sociedad. (Adelantado, 2000). Por lo que, por otro, necesitamos nuevamente centrar la mirada en el territorio como enclave de disputas de aquellas trayectorias por ser (Aceves González, 1997). Pensar la desigualdad desde un enfoque multidimensional (Reygadas, 2004) confiere la necesidad de analizar en clave relacional, posicional y de contexto. Para ello, recorreremos datos de terreno que evidencien el concepto en esa línea de análisis, como así vincular nudos de desigualdad, su interdependencia y cómo los sujetos sociales mapean con sus cuerpos y recorridos sentidos otros de resistencia y lucha. Por tanto, “lo territorial” no comprende al territorio en sí mismo, como cosa, como presupuesto sino como el resultado del uso que hacen del espacio los sujetos sociales. Es decir, el territorio es tomado como objeto de análisis social en tanto construcción humana, un “cuadro de vida” socialmente apropiado (Domínguez, Sabatino y Lapegna, 2006).