Implicancias de la feminización profesional del Trabajo Social en tiempos de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica (1976-1983) María Alejandra Parkansky Facultad de Trabajo Social UNLP Eje temático 5. Derechos Humanos y Feminismos Objetivo: Examinar las múltiples opresiones a las que debió someterse el colectivo profesional en los espacios socio ocupacionales durante el pasado reciente. Desde su génesis, la profesión tiene la marca de la feminización, a su vez es determinada y a la vez determina otros procesos históricos sociales. Tradicionalmente, se le asigna a la profesión, una función de control, asistencia y cuidado de la población más perjudicada por el sistema, así se ubica en el conflictivo espacio de las contradicciones de clase, por lo que es al mismo tiempo, un mecanismo de control social y un paliativo de la miseria originada en la explotación del trabajo. La intervención de este modo y por la misma raíz, queda subalternizada en el pragmatismo de la acción social, que visibiliza lo afectivo-sacrificial-acrítico, por sobre su estatuto teórico, quedando subsumidas las perspectivas político ideológicas profesionales en procesos de intervención orientados a atender las urgencias de la pobreza más que su transformación. Sumado a lo anterior, en el mismo sentido en la sociedad patriarcal, el carácter feminizado del Trabajo Social le otorga al colectivo profesional un lugar poco valorizado dentro del mercado laboral, con poco prestigio en el campo académico, no tanto por lo que hace, sino más bien por quienes lo hacen: las mujeres. Esto explica, en parte, que el colectivo profesional deba estar en una continua defensa y revalorización de su lugar en los espacios socio ocupacionales. Observar el vínculo capitalismo, dictaduras y patriarcado, para analizar los procesos de intervención del Trabajo Social en gobiernos de facto, implica, analizar la mediación de relaciones jerárquicas del poder dictatorial represivo, atravesadas por cuestiones de género.