La experiencia piloto ?Mi Escuela Sustentable? se desarrolla en forma colaborativa entre una escuela secundaria de gestión pública de Buenos Aires y la Universidad de Buenos Aires (Facultades de Psicología y de Ingeniería). El proyecto se financia a través de las Secretarías de Extensión Universitaria y de Investigaciones de la UBA. Se articula con el Programa ?Escuelas Verdes? del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. El objetivo es transformar la escuela en un espacio más sustentable, impulsando la capacidad transformadora de la comunidad educativa, involucrándola en la mejora de su propio ambiente escolar, a partir de dinamizar distintos procesos psicosociales, educativos y de comunicación social. La intervención apuntó a la construcción colectiva de nuevas prácticas ambientales de consumo más sustentable. Partiendo de problemas visibles y concretos, se propuso despertar un cuestionamiento crítico respecto de las pautas de consumo y producir conocimientos significativos para los alumnos, que pudieran vincularse con y aplicarse a su vida cotidiana (familiar y escolar), sus afectos y preocupaciones. Se tomó como concepto guía el ?ciclo de vida? de los materiales y el flujo de la energía. Como estrategia de minimización de impactos ambientales se propuso las ?3R? (reducir/ reutilizar/ reciclar). Se trabajó a lo largo de diez reuniones semanales con formato de taller participativo con los estudiantes de tercer año (75 alumnos) de 15 - 16 años, con tutorías compartidas por profesionales de la UBA y docentes de la escuela. Los estudiantes se dividieron en diez equipos, según sus intereses, y trabajaron sobre los siguientes consumos: plásticos, papel, cartón, pilas y baterías, productos cosméticos y químicos, energía eléctrica, combustibles fósiles, agua. Se trabajó en tres momentos: a) etapa de sensibilización; b) elaboración de conocimientos ambientales; c) multiplicación de los aprendizajes. Se estimuló la búsqueda activa de información por parte de los alumnos. El proceso culminó con la realización de una Feria Ambiental en la escuela, abierta a las familias y la comunidad barrial, donde los adolescentes expusieron stands con propuestas de reducir, reutilizar y reciclar para cada uno de los elementos trabajados.