Los informes etnográficos del proyecto Perfiles Indígenas de México, de los que el presente texto es una introducción general, documentan que la mayoría de los programas de desarrollo del pasado no han funcionado, como resultado en gran parte de una percepción equivocada de las necesidades y de los problemas de los pueblos indígenas. Por lo general, se han considerado los problemas de los pueblos indígenas como una "cuestión de pobreza", y sólo se ha proporcionando información tecnológica y servicios sociales para estimular la "mitigación de la pobreza". El problema central de los pueblos indígenas radica en que no se les ha reconocido como culturas diferentes, de tal manera que el trato ha sido como población rural campesina. Además, las agencias de desarrollo han propuesto una visión de un futuro mejor que no es consistente con la visión y las aspiraciones que tiene en general la población indígena. El resultado ha sido una transferencia significativa de recursos financieros a asentamientos indígenas sin un impacto sostenible. Los perfiles documentan un desajuste entre las necesidades y los intereses indígenas, y las estrategias y actividades del desarrollo.