El origen de los "hach winik" (hombres verdaderos) no es del todo claro. Sin embargo, son consistentes las pruebas lingüísticas e históricas de que los lacandones pudieron provenir de mayas de Yucatán que, aproximadamente desde los siglos XVI ó XVII habrían emigrado durante diversos periodos hacia el sur, primero a las selvas del ahora Petén guatemalteco y, después, a lo que actualmente se conoce como Selva Lacandona de Chiapas. No obstante, existe también la propuesta de que los hach winik descienden de grupos mayas relictuales, derivados de aquellos que construyeron las zonas arqueológicas de la región, por ejemplo Palenque, Yaxchilán, Bonampak. Independientemente de las precisiones acerca de su procedencia geográfica, lo que sí queda claro es que las características físicas, el idioma y las costumbres que aún conservan en lo colectivo, permite asegurar una clara procedencia de la antigua cultura maya.