La presente ponencia tiene como objetivo proponer una mirada sobre el modo en el que la problemática del futuro se encuentra presente en redes intelectuales del pensamiento latinoamericano liberal, tomando como punto de partida -y para comenzar un primer análisis- el recorrido realizado por el pensamiento de Enrique Krauze desde su annus mirabilis (Krauze, 1990) hasta las reflexiones sobre las amenazas actuales al liberalismo, su “oportunidad perdida” y las incipientes reflexiones sobre los riesgos derivados de la revolución digital; haciendo hincapié en las nociones en torno a la democracia, libertad y retraso (entendidas desde el prisma de su pensamiento). Consideraremos aquí, siguiendo a Devés (2012) que la caída del Muro de Berlín fue la “bisagra epocal” que consolida el protagonismo de otros sistemas eidéticos, entre ellos, el liberalismo. En Latinoamérica, se reelaboraron y adaptaron así sus principios en una suerte de latinoamericanización del sistema, incluyendo dimensiones sociales de la periferia como elementos claves para pensar un tipo específico de liberalismo. En el caso de Enrique Krauze, los acontecimientos de 1989 empujaron al historiador, biógrafo y ensayista a considerar que Latinoamérica se aproximaba a un milagro “no menos extraordinario” que la Revolución de Terciopelo y la caída del Muro de Berlín: las elecciones democráticas de fines de los 80’ y principios de los 90’ alejaban al pueblo de las opciones consideradas como populistas por el mexicano, a la par que se dejaban de lado esquemas económicos “estatistas y cerrados” en un tránsito a la incorporación a la historia occidental y al abandono a los paradigmas del retraso latinoamericano (tiranía militar, dogmatismo ideológico, caudillismo populista y enclaustramiento económico). El breve período de optimismo generalizado en las redes de intelectuales liberales latinoamericanos se vio interrumpido, a juicio de Krauze, por los sucesos del 11 de septiembre del 2001, por el advenimiento de distintos fundamentalismos y, en la región, por un retorno a aquellos signos del retraso latinoamericano que desembocan –al menos temporalmente- en el retorno de populismos. En esta línea, Krauze sugiere, retomando sus advertencias sobre los fundamentalismos, nacionalismos y populismos, que la “batalla por la libertad” continúa al enfrentarse a las múltiples caras del poder totalitario, que en el siglo XXI incluyen al poder tecnológico.