El presente trabajo pretende acercar algunas reflexiones surgidas de la práctica de la enseñanza del espacio curricular Gestión de Recursos Humanos en el marco de la Licenciatura en Seguridad de la Universidad Nacional de Villa María. En este sentido entendemos el campo de acción e intervención policial en el marco de una realidad social dinámica y compleja. En donde el delito resulta un fenómeno emergente que se presenta igualmente complejo y cambiante, y reclama de este modo, un abordaje amplio y profundo. Amplio en el sentido de requerir una mayor coordinación de las distintas agencias del estado junto con la sociedad civil; y profundo porque supone identificar sus causas en las tramas vinculares, la distribución del poder, los modos de producción y reproducción social, etc. Un ejemplo concreto en este sentido, es el incremento sostenido de los delitos informáticos pre pandemia, exponencial una vez transitada la misma. Otra certeza, la multiplicidad de problemas de seguridad urbana, con la violencia como rasgo distintivo de las mismas, ya advertidos en pre pandemia, sostenidos durante el período de tiempo que lleva la misma. En base a estos dos ejemplos, se observa la relevancia de dos pilares en la Gestión de los Recursos Humanos Policiales, los procesos de Selección y de Capacitación. Ello implica para las autoridades a nivel gubernamental y de la propia institución policial, un seguimiento y atención permanentes, así como diseñar y desarrollar modelos de gestión más flexibles y permeables ante contextos hiper cambiantes. De cómo se gestionan los procesos antes mencionados, está en juego en gran parte, el perfil profesional policial el cual se conecta a su vez con la VISIÓN de la Institución, y cuál es “la Policía” que se pretende. Alcanzar mayores niveles de profesionalización policial permite ajustar procedimientos acordes a las demandas sociales.