El consumo de drogas se ha convertido en los últimos veinte años en América Latina en esencial del crecimiento exponencial de la violencia urbana Esto es así porque el aumento del consumo ha incrementado notablemente la comercialización de drogas ilegales y con ello el crecimiento natural del narcotráfico cono actividad ilegal. Esta lucha por ocupar mercados de comercialización ilegales ha generado el crecimiento de carteles de venta y la mayor utilización de mano de obra de jóvenes provenientes de a los sectores más vulnerables de la sociedad que frente a la falta de posibilidades de desarrollo se inclinan por una actividad rentable, aunque esto signifique terminar en la cárcel , o asesinados en una disputa territorial. Como se desarrolla esta comercialización y el crecimiento exponencial del narcotráfico tiene numerosas variantes , pero un denominador común; la venta ilegal y la búsqueda de aumentar el nivel de consumidores para poder incrementar las fabulosas ganancias de este comercio ilegal Los ejemplos de Ciudad Juárez en México donde fueron asesinadas en el año 2020 o de la ciudad de Rosario ( 212 personas asesinadas) son referencias concretas el ello, pero con una marcada diferenciación, aquella está ubicada en la frontera con EE. UU y es una de las puertas de ingreso a un mercado de consumidores de drogas ilegales del orden de 80 o 90 millones de personas En cambio Rosario es solamente un mercado consumidor local o regional de una significación menor, pero igualmente violenta. En la medida que el estado no lleve adelante políticas tendientes a disuadir a los jóvenes respecto de los tremendos daños de orden físico, síquico y neurológico que produce el consumo drogas ilegales , la cocaína, esto seguirá creciendo de manera exponencial y con ello el aumento de la violencia, que hoy refleja índices de crecimiento alarmantes.