Conformado por una amplia introducción comparativa del área, y tres diagnósticos socioeconómicos, uno por cada estado, el trabajo pretende dar cuenta de la riqueza humana y cultural de la Península de Yucatán, asiento de más de 750 000 mayas (tomando en cuenta sólo a los mayores de 5 años) y uno de los núcleos de mayor peso cuantitativo y cualitativo del México indio, ya que representan el 14.11 por ciento del total de hablantes de alguna lengua mesoamericana en el país, apenas superados por los nahuas (22.67 por ciento). Acorde con su importancia numérica, la presencia maya es clara en la vida económica, política y religiosa de la región; su cultura es tan profunda e intensa que no ha faltado investigador que postule que, en el caso peninsular, los transculturados" fueron los hispanos. Junto con la riqueza de sus paisajes y su ventajosa ubicación geográfica, lo anterior la ha convertido en una región privilegiada para el turismo de masas, que aprovechan los vestigios de la cultura material (prehispánica y colonial) y el supuesto "exotismo" de sus habitantes, hábilmente manipulado por las agencias turísticas. Al mismo tiempo y en forma contrastante, la especificidad étnica de sus pobladores "naturales" ha provocado a menudo el que seles mantenga en niveles de pobreza y marginación, derivadas de la explotación que conlleva su condición étnica y el a menudo difícil acceso a los programas de beneficio social puestos en marcha por los organismos estatales o federales. Para dar cuenta de dichos procesos y condiciones, el trabajo se estructuró en cuatro grandes apartados: una introducción general a la Península y un capítulo por cada uno de los tres estados que políticamente la conforman. En la primera se abordan en forma sucinta las convergencias y divergencias peninsulares, los datos globales sobre la población indígena, sus actividades económicas y los aspectos educativos, para luego esbozar una clasificación de las cinco regiones indígenas que se postulan para toda el área. Dicha clasificación intenta trascender la de tipo estatal hasta ahora propuesta, a fin de ofrecer una visión regional, puesto que, como lo muestran los diagnósticos por estado, la Península ha de enfocarse como un todo si se pretende aprehender de manera más coherente su problemática.